Montblanc 4810 mi pequeño Everest parte 1


PRIMERA PARTE                DE SANT GERVAIS HASTA GOUTIER

cima Montblanc

  Y… qué me ha llamado a ir a su cumbre? Montblanc; montaña mítica donde las haya. Cuna de grandes Alpinistas y Montañeros de todos los tiempos. Destino soñado y anhelado de toda persona amante de la montaña, entre ellos quien escribe. Tiene todo lo que puede gustar encontrar en un reto de altura en todos los sentidos, incluida belleza y adrenalina.

Agradezco profundamente a todas las personas que me han ayudado, recomendado, explicado o han participado de cualquier manera en este reto, para mi, un sueño realizado. A Ana por su aportación desinteresada con un banderín precioso, que ha sido estandarte de la expedición. Gracias a 

1   Antonia, gran compañera y componente de esta aventura, gracias a tu dedicación, por cuidarme tan bien y a tu gran contribución al éxito de la aventura. Luchadora infatigable. Hemos estado juntos durante una semana inolvidable, realizando incursiones de aclimatación en altura, pruebas de material i excursiones diversas.

    …por el verano del 21 y 22 de Agosto de 2010…..

… 05,15 h. Suena el despertador. A Antonia, mi gran compañera, le espera una gran aventura también. Ella ha de estar el lunes en casa, acaba las vacaciones, el deber le espera. El medio de regreso es el tren!. Y lo bueno es que tiene que hacer 4 transbordos!!!, tres de ellos en Francia!!!. No habla nada francés y bueno… la aventura está servida. El haber estado aquí, y conocer lugares como los glaciares que bajan del Montblanc, la mítica Aiguille du Midi o el pueblo tan bonito de Saint Gervais les Bains, le ha recompensado el ajetreo del regreso. A las 06,45 estamos en la estación de Le Fayet, a 5 Kms. de Saint Gervais. Me emociona y me preocupa dejarla sola. Se que se valdrá, pero… nos despedimos, un abrazo enorme, hasta pronto.

P1000614Ya en el párking de la estación del cremallera del Montblanc en Saint Gervais, doy una vuelta buscando sitio para aparcar, sólo queda un sitio que ocupo, qué bien!. Me preparo los últimos detalles, recojo los bártulos y …no veas cómo pesa el mochilón…creo que he seleccionado lo más imprescindible!. Abandono el coche hasta la vuelta. ………. 07,15 h. Estaba yo tan alegremente haciendo mis fotos en la preciosa estación de St. Gervais les Bains, a la espera de la llegada del cremallera que me llevara a los pies del Montblanc . Está decorada con muchas flores, igual que todo el resto del pueblo y carreteras circundantes. Bonitos bodegones de todos los colores adornan todo el anden. Que fotos más bonitas me están quedando……

P1000616………de repente, mirando el equipo de otros expedicionarios, me doy cuenta que voy con mayas!!!, y que me he dejado el pantalón colgado en la tienda de campaña del cámping!!!! AAHHH!!!! son las 07.20 y el tranvía llega 07.30 AAAAAAAAHHHH!!!! No puede ser!, me digo, no puede ser!. Cojo la mochilona, bastones y salgo corriendo por la estación y por el párking hasta el coche.

No puede ser! no puede ser!  Y corriendo atravesando las calles hasta el otro lado del pueblo que esta el camping, a 3 kms.

   No puede ser!, no puede ser! me voy repitiendo. Salto del coche, cojo el pantalón, que efectivamente estaba allí colgado, y vuelta a la estación, a todo lo que la sensatez me permitía…

   no puede ser!, no puede ser!, 4 minutos! para la salida del tren y tengo que atravesar el pueblo, encontrar aparcamiento, que ya no quedaba cuando llegué la primera vez, coger todo y llegar al tren…imposible!! éstos franceses son muy puntuales.

   no puede ser! no puede ser!, no me podía creer lo que me estaba pasando. Lo veía todo como un sueño!!! un mal sueño!!! Pensaba… ahora me despertaré y estaré en la tienda durmiendo…

    Cuando llego al párking, estaba la misma plaza de aparcamiento libre!!!!! increíble!!!.

…1 minuto!  Salto del coche y arrastro mochila, pantalón, bastones como puedo… las llaves en la mano!!! ahora solo faltaba perder las llaves!!!, cuando llego al andén, ya se escuchaba el tren, me giro y lo veo aparecer. En tres segundos saco la cámara y flahs!! flahs!! fotos!!! …

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Estoy convencido que, después del mal rato pasado, tanta suerte no puede ser casualidad. Durante el trayecto de subida di las gracias a quien correspondiera», y me fui poniendo el pantalón.

El recorrido en tren dura una hora. Es el tren correo matutino. En varios apeaderos y pasos a nivel, se detiene la marcha y baja un interventor a dejar unas sacas, que entiendo son correo, aunque algunas son grandes y podrían contener vituallas.

El cartero de las faldas del Montblanc!!! parece decir al hacer sonar el silvido agudo de la locomotora, cada vez que deja sus entregas. Seria bonito vivir aquí. Se ve próximo el final del Glaciar del Bionassay. Unas grandes paredes de hielo acaban entre morrenas enormes de piedras. En la parte baja del hielo sale un torrente de agua. Y empieza un nuevo río.

Ocho treinta de la mañana. Ya ha llegado el tranvía al final del recorrido, la estación de Col du Mont Lachat 2077m. El tramo hasta la estación de Nido de Aguila 2400m. está cerrado al cremallera, por el drenaje que se lleva a cabo en el subsuelo de los hielos, en el próximo glaciar de Bionassay, por acumulaciones de bolsas gigantescas de agua, y el peligro de colapso del glaciar. A partir de aquí, la aventura se inicia en una serie de incógnitas y descubrimientos continuos.

oo   Destacar en primer lugar, por curioso e impresionante, el enorme silencio que rodea a todos los componentes de las expediciones que inician el recorrido a «La Cima». Grupos enormes de 6, 8 y mas personas, y nadie hace comentarios ni charla durante la subida. Impresionante de todas! todas! Y el silencio solo se rompe con el crujir de las piedras bajo las botas y bastones, al iniciar el ascenso por las vías del cremallera. Está claro, que todos tenemos el mismísimo gusanillo del Montblanc metido en el cuerpo.

Seguramente repasando mentalmente todo el recorrido estudiado, repasado y memorizado cien veces en mapas, videos, fotos, relatos etc. concentrados en lo que ha de venir, la incerteza de la meteo, los tramos difíciles…y asaltados por incógnitas sobre la propia resistencia, aclimatación… …..me habré dejado algo?… Los primeros pasos se hacen muy pesados, con la mochila supercargada de todos los enseres de supervivencia, y «autonomía total» ,( le calculo 30 Kgs.).

11   Pero la aligeran la ansiedad y la alegría de estar ya en marcha, recorriendo los Míticos Caminos que han pisado todos los Grandes Alpinistas, y que llevan al Montblanc… se me hace difícil describir todas las sensaciones que tengo en los inicios de ésta Gran Aventura. Toda una serie de recuerdos y personas me vienen a la mente mientras subo a Nido de Aguila. No hace «casi nada» estaba haciendo planes, preparativos de meses, semanas, días, horas y uf! hasta los últimos minutos, vividos tan intensamente, que parecían tener más de sesenta segundos.

Nueve y quince y ya en el famoso Nido de Aguila 2.364m. Unas cuantas tiendas de campaña montadas en la terracita del Refugio, seguramente compañeros ya de retorno, con su Montblanc en la mochila».

P1000640   Maquinaria y materiales de obras amontonados completan el paisaje del lugar. Seguramente aprovechando para reformas en el Refugio. Muchos ahora se sentaban a coger aire y otros a almorzar. Yo lo haré un poco más adelante. Levantando la vista, se distingue el Refugio de Goutier 3.800m. magestuoso en su trono, sobre una paret de 600 metros.

P1000644   La nieve se agita en sus inmediaciones y hace remolinos enormes que se distinguen claramente al hacer contraste con el sol que esta al otro lado. Parece cercano, pero hay más de 1.400 metros por subir todavía. Hago unas fotos, miro el paisaje, y sin quitarme la mochila sigo el camino que ahora se inclina un poco más, subiendo en algunos zigzags, por una ladera rocosa.

Al poco rato se oye a lo lejos, los balidos de unas cabritas. Hay que mirar con detenimiento para distinguirlas de entre las rocas. Allí estaban una familia de unos ocho sarrios. también unos pájaros muy descarados, más grandes que los gorriones, pero con esa pinta. Se acercaban con mucha confianza a recoger las migas de pan que les tiraba. En medio del camino por donde todavia tengo que pasar, y bastante cerca, un cabrito se abalanza sobre la madre en medio de desesperados balidos, buscando un desayuno caliente, que disfruta alborozadamente.

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A unos metros más allá, tumbado también, el que parecía padre de la criatura, con dos enormes cuernos, cabeza erguida, rumiando algo y con pinta de decir: pasa algo o qué!. Yo almuerzo también un jamoncito buenísimo, queso y dulce de membrillo de postre. El sol ya calienta de lo bueno, son las 10.30, recojo y salgo del estado de contemplación en el que había caído.

Un grupo de 6 alpinistas me adelantaba en esos momentos, por una variante del mismo camino que discurre algo más abajo del valle. Al poco rato me pongo al rebufo», y me quedo de piedra, al ver que al frente del grupo va un expedicionario, que podría tener 70 años!!!, pelo blanco, cara muy bronceada y arrugada del sol, su mochila con su equipo, y el resto gente muy joven!!!. Y todos en un silencio casi místico.

Ya he pasado la cabaña de Rogne 2.750m.. Hay un falso llano entre pedreras y al poco el camino se eleva bruscamente en zigzags, buscando una cresta rocosa en la que una senda se ha labrado por el paso incesante en los tiempos de miles y miles de Alpinistas en busca de los misterios de la Montaña Blanca. Mirando a la derecha, sobre una canal de nieve bastante ancha acabo de descubrir el refugio de Tete Rouge. En pocos minutos estaré a su altura.

12.30, una explanada cubierta de nieve, ligeramente en pendiente hasta el fondo, donde se levanta «la pared» que llega a Goutier. Vista a la derecha y si!, ahí está el también famoso Tete Rouge 3.150m., que tantas veces he leído y visto durante el tiempo de documentación.

P1000684   Se alza majestuoso sobre un pequeño macizo rocoso, en el borde del precipicio que da al glaciar del Bionassay. Yo en el otro extremo, llego a una pequeña cabaña, donde hay alguien que parece ser un «guarda de algo», y que me pregunta de donde soy y que si ya he venido otras veces, y que si voy solo…total para decirme que solo se puede acampar allí abajo, que arriba en Goutier esta prohibido!!…???? Asentí a todo y me separé de allí. Pensé que a ver quien subía a Goutier a quitarme mi cabañita!!! JE!. Y todas las demás!!! Lo deben hacer para saturar aun más Goutier…serán agoniosos!!!

El plan era quedarme allí, pasar la primera noche a 3200m. y aclimatar mejor. Pero visto la hora que era, y el cuerpo pidiendo más… es que casi se podía coger con la mano el Refu Goutier, 600m más arriba je!, en el borde del acantilado… me encuentro mejor de lo que esperaba, y es relativamente temprano. Paro a comer y voy para arriba.

El delicado paso de la bolera, estaba esquivado por una senda por encima del paso del cable. No caía nada. Curioso que la situación para la que me había estudiado y preparado tanto, se podía superar sin problema, ni cable, ni cuerda, ni arnés. Por encima, una multitud de expedicionarios superando la gigantesca pared de roca y nieve, que se extiende hasta el balcón de Goutier, expectacular!.

P1000688De vez en cuando cae alguna piedrecita, pero nada comparado con lo que se dice habitual. Es complicado moverse con el amigo mochilón tirando. Esta pegando de lleno un sol achicharrante de verdad. Los dos litros de agua de que disponía, me llegaron hasta Tete Rouge, pero ya se acabaron, y estoy seco, con una necesidad de beber enorme. A media subida, dos horas a mi peso y mi paso, tengo que parar y hacer agua. Menos mal que hay nieve reciente, de la caida estos dias atrás de lluvias en los valles, y nieves aquí. Saco el fogón el cazo, y a fundir. El resto de la subida se hace larguísimo, siempre con la vista del balcón del refugio de Goutier encima, y varios mirones asomados observando. Empieza el tramo final equipado con cables de acero. Quedan unos 100 metros por subir. La roca se mezcla con la nieve reciente y blanda calentada por el sol, y hace un cóctel final explosivo. Los grampones no se cogen ni a la roca ni a nada.

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Yo voy subiendo sin ellos, y por lo que veo en gente que los lleva, se va mejor sin ellos. Pinchazos en las manos con algún trozo de cable roto,completan el calvario final. Por fin Goutier! 3.820 m.. Qué alegría inmensa!. Ahora todos los males desaparecen. Estoy aquí, sí!!. increíble las sensaciones de ver el suelo más abajo, en la lejanía Tete Rouge, 600 metros de pared casi vertical.

Lo primero que hice fué llamar a Antonia, a ver qué tal le fue el viaje, y explicarle lo que veía y lo que sentía. Llegó bien, no perdió ningún transbordo!, aunque como era de esperar tuvo sus aventurillas por las estaciones y los andenes, intentando comunicarse en algunos momentos de confusión. Estoy contento por ella, me he quitado un gran peso, ahora a disfrutar.

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Y qué Bestia de lugar!!! para disfrutar!!!. Aquí todo es gigantesco. Cuando subo a la cresta por encima del refugio, me encuentro con el paisaje más expectacular de hielo y séracs, un glaciar como los de verdad, esos que se ven por la tele. Alucinando por un tubo. Sólo por llegar aquí ya vale la pena. Unas grietas enórmes y profundas que dan al hielo ese color azulado verdoso, séracs asomándose al vacio, suspendidos en las paredes como por arte de mágia, desafiando a la gravedad en inclinaciones inverosímiles.

Son las cinco de la tarde. Tengo que espabilar i montar la tienda en algún hueco. A unos 200 metros en distancia de Goutier, y en un ligero rellano en la misma cresta, se amontonan varias tiendas en agujeros y pequeños taludes.

P1000738El sol pega expectacular, a pesar de la hora. Nada de frío. Nada de viento. Me pongo sudando allanando un antiguo agujero. Me noto como un pequeño punto, en medio de tan gran lugar… De repente se oye un estruendo, primero como metálico, y luego un siseo sordo. Acaba de colapsarse un Sérac en el glaciar de Dome de Goutier que tengo casi bajo mis pies. Después de una rápida búsqueda con la vista, se ve el desplome de hielo y nieve bajando por vertientes y canales. Un rio helado, polvoriento y rápido, se abre paso entre séracs y grietas… todos estamos absortos, admirando el gran expectáculo que se nos ha regalado muy cerca. La verdad es que a no más de 20 metros, en la caída hacia el glaciar, ya existe una grieta intimidatoria, que está balizada en la zona más próxima y más expuesta de la ruta. Son unos pequeños banderines rojo fosforescente.

P1000726   La cena, una supersopa de pasta y carne, que sabe divina y sienta mejor. Y mientras, el sol se acerca al horizonte, todo empieza a tomar tonos naranja. La nieve cambia de color y va tomando un tono anaranjado intenso nunca visto.

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Los valles con mantos de neblinas grises, se oscurecen hasta no distinguirse los fondos. Al poco aparecen las luces de alguna carretera y ciudad en la oscuridad. Aparecen como si verdaderamente fueran ríos de lava en el fondo de los valles. A la espalda del expectáculo crepuscular, la sombra de la cresta que domina el refugio Goutier, se recorta en una imagen gris sobre naranja, que va avanzando sobre el Glaciar conforme el sol desciende en su ocaso.

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Poco a poco los tonos se van tornando hacia un rojo en el horizonte bajo, contra un azul celeste increíblemente nítido en el cielo, que se va tornando en azul marino intenso y hasta oscuro… todo es Maravilloso!. Intento grabar todo, a parte de en la cámara, en mi cabeza. Esos tonos, esos contrastes, esos paisajes, esa atmósfera, esas sensaciones. Este momento, para mi quien sabe si quizás irrepetible.

El sol ya se ha puesto, y la temperatura baja rápidamente. Es hora de buscar el refugio de la cabañita. No hace nada de aire, ni tan solo se mueve la lona. Los ruidos que hay son de los sacos y cremalleras en las tiendas contiguas, y las conversaciones claramente audibles, aunque no entendibles para mí, la mayoría son un grupo de Polacos de Polonia, uno de ellos en un saco-vivac a la intemperie, y solo una pareja de españoles. Son las 22,30 h. cuando se hace un silencio aceptable…..zzzzzzzzzz……..

***SIGUE EN PARTE DOS***

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